Vemos la continuación de la Calle Santa María, tras haber pasado la puerta del Sagrario, camino de la Plaza de la Constitución, y a punto de cruzar la calle de Molina Lario.
Este es un rincón que podemos ver que ha permanecido casi inalterado. Tan sólo se aprecian algunas variaciones en lo que parece una nueva puerta y un gran balcón en el Palacio Episcopal, que es el edificio de la izquierda, y que a las ventanas del primer piso se les han añadido unos cerramientos de forja. En el edificio modernista que hace esquina a la derecha, no se aprecian cambios.
En lo que sí se distinguen cambios en esta comparación es en el ambiente de la calle. Vacía por entonces, actualmente está repleta de tiendas de souvenirs, bares y restaurantes, que hacen que la calle esté siempre muy animada y concurrida.
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